Trastornos de Ansiedad

Los trastornos de ansiedad son la patología psiquiátrica más común, la prevalencia de estos trastornos a lo largo de la vida es el 30% con una clara preponderancia en el género femenino. Desde un punto de vista evolutivo, la ansiedad es un sistema de alarma fisiológico y adaptativo que tiene como objetivo identificar peligros potenciales en el entorno externo y preparar al individuo para una reacción conductual adecuada. La ansiedad, si alcanza niveles significativos de intensidad y puede afectar el funcionamiento psicológico, social y laboral del individuo, puede estructurarse en un trastorno de ansiedad real. Los principales trastornos de ansiedad son el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada y las fobias.

El primero se caracteriza por estados de ansiedad, agudos y breves, recurrentes e inesperados, y síntomas psíquicos relacionados con el miedo a morir, volverse loco o perder el control. Estos episodios van acompañados de la preocupación por nuevos ataques (ansiedad anticipatoria) y conductas de evitación relacionadas con los presuntos desencadenantes del episodio.

El trastorno de ansiedad generalizada es un síndrome clínico en el que la ansiedad se manifiesta de forma crónica y fluctuante, sin motivos específicos. Se caracteriza por preocupaciones y espera aprensiva con anticipación pesimista de eventos negativos y acompañada de síntomas somáticos (tensión muscular, dolor generalizado).

Las fobias son miedos irracionales de proporciones excesivas frente al estímulo que las provocó, que induce a la evitación activa del objeto, actividades o situaciones temidas. Desde fobias específicas como el miedo a la sangre o al avión, existen fobias relacionadas con la exposición pública por miedo al juicio negativo de los demás (fobia social) o miedo irracional a no poder escapar en situaciones puntuales o no contar con la asistencia adecuada en caso de malestar intenso (agorafobia).

Los tratamientos de estos trastornos se basan tanto en terapias farmacológicas, en particular inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o inhibidores de la recaptación de noradrenalina y serotonina (NSRI), como en psicoterapias, en particular terapia cognitivo-conductual, o en la combinación de ambos enfoques.